Dos palabras.

A veces pienso en todas esas miradas. En todos esos silencios en los cuales sólo tu y yo importamos. El presente. El pasado y el futuro. Dónde van todos esos suspiros. Esos deseos de compartir toda una vida juntos. A veces pienso muchas cosas. Lo normal sería que después de un día tan largo de facultad debería estar dormida. Y no puedo. No paro de pensar en tí. Son las 00:42 y me encuentro escribiendo ésto en mi móvil. No sé ni siquiera si algún día tendré tiempo de compartirlo con la gente. Es bueno desahogarse. Es bueno relajarse. Cambiar de aire. Echo de menos leer. Mi madre en unos de sus ataques repentinos de ordenar la casa, bajó todos mis libros al sótano y ayer cuando los ví me di cuenta de qué es lo que realmente me falta para completar mi vida. Esos libros con esas historias. Esas páginas que párrafo tras párrafo esconden miles de palabras. Historias. Aventuras. Misterio. Romances. Siempre me han gustado los libros, las novelas. Era mi manera de evadirme de este mundo. Será que en algunos momentos ya no lo necesito. Realmente estoy escapando de esos finales felices para poder vivir el mío. Porque al fin y al cabo, es lo que cuenta no?. Tener una razón para levantarme con una sonrisa.